Lo que si recuerdo muy bien es lo que podías hacer con una hoja de papel, o unas cobijas con la escoba de tu casa para hacer un campamento, o tal vez hacer comiditas con mezclas medio asquerosas.
En fin, todo esto llego a mi mente como nostalgia, pues se puede encontrar todavía en la calle, dibujos de aquellos niños que todavía crean mundos.